‘A dónde van, y de dónde vienen, las cosas que hablas con tu IA’ fue el título de la ponencia que Jorge Morell presentó durante la final de Connect’Up. Licenciado en Derecho y especializado en Derecho de Internet para la empresa, Morell ofreció una intervención centrada en explicar qué ocurre realmente con la información que los usuarios comparten con una IA generativa y con el contenido que reciben de vuelta. El jurista desarrolló una visión que permitió entender tanto el funcionamiento técnico de estas herramientas como las implicaciones legales que conllevan.

Expuso cómo se gestionan los datos desde la perspectiva de la privacidad y qué conflictos pueden surgir en el ámbito de la propiedad intelectual cuando una IA crea o transforma contenidos. Morell situó al público en lo que definió como el ‘año 3 después de ChatGPT’, una expresión con la que quiso dimensionar la velocidad y el alcance del impacto de la inteligencia artificial generativa. «En solo tres años han ocurrido tantísimas cosas que es necesario parar, reflexionar y entender qué está pasando detrás de la tecnología», afirmó. Durante su intervención, insistió en desmitificar estas herramientas, recordando que ChatGPT no es una entidad inteligente, sino un programa diseñado para generar respuestas coherentes y verosímiles, no necesariamente verdaderas.

El ponente alertó también sobre su impacto social y emocional, destacando datos de OpenAI que reflejan un uso vinculado al malestar psicológico de muchos usuarios, y subrayó la necesidad de abordar la IA desde una perspectiva ética. En el plano legal, explicó cómo los datos introducidos por los usuarios se envían a servidores externos y advirtió de los riesgos asociados a compartir información sensible.